Marmaris. Verde y Azul

Muchos lugares de la costa mediterránea turca la han hecho famosa por esa combinación de montes verdes con mar azul en una interminable sucesión de bahías, penínsulas e islas. Marmaris es una de las localidades más visitados  de  aquella costa. Situada en una gran bahía prácticamente cerrada, Marmaris ofrece playas de arena, deportes náuticos, excursiones en barco, paseos por el casco antiguo, compras, visitas culturales y ambiente nocturno sin apenas movernos de nuestro alojamiento. Por si fuera poco, está muy bien situada para visitar otros lugares como Dalyan o Datça en excursiones de un día. Pero si algo impacta de Marmaris es el paisaje que forma la propia bahía, uno de los lugares que no hay que perderse en el sur de Turquía.

Ölüdeniz. La Laguna Azul

Su nombre significa Mar Muerto en turco pero es uno de los destinos más vivos de la oferta turística de Turquía y seguramente uno de los lugares más fotografiados del Mediterráneo. La imagen de la Laguna Azul de Ölüdeniz no falta en ninguno de los reclamos turísticos del país. Actualmente se ha declarado parque natural toda la zona y ya no se puede construir en los alrededores de la laguna, por lo que se puede admirar su belleza natural con las montañas hundiéndose en el mar azul y los bosques llegando a la misma orilla. La playa está abierta al público y nos ofrece una de las mejores opciones de baño y relax de la costa mediterránea turca. La oferta se completa con la posibilidad de hacer parapente, submarinismo, excursiones en barco y conocer lugares cercanos inolvidables como el Valle de las Mariposas. Si hay que recomendar algún lugar de Turquía, Ölüdeniz, tiene que estar en la lista.

La bahía de Kas

Situada a mitad de camino de los aeropuertos de Antalya y Dalamán, este pueblo de pescadores se convirtió en un lugar turístico a partir de los años 60 y 70 con la llegada de los primeros hippies y posteriormente al ser frecuentado como uno de los puntos obligados de parada para yates y goletas que recorren el Blue Voyage a lo largo del litoral mediterráneo turco. Por su situación y características geográficas, Kas ha podido mantenerse relativamente a salvo de la transformación turística y conserva ese sabor de pequeño pueblo costero, aunque ofrece numerosos restaurantes, tiendas y hoteles con unas vistas espectaculares de la bahía de Kas, la península de Teke y la isla de Meis. Su cercanía a la ciudad sumergida de Kekova, las ruinas de Myra, la basílica de San Nicolás en Demre y las enormes posibilidades de trekking por la ruta lycia, se unen a su atractivo para submarinistas y navegantes para convertir a Kas en uno de los lugares más recomendables del sur de Turquía.

La ciudad sumergida de Kekova

Hace 1900 años, un terremoto sumergió bajo el mar la ciudad de Simena, la bahía que quedó tras el cataclismo es hoy uno de los paisajes más fascinantes del mediterráneo turco. Podemos navegar entre sus aguas transparentes y observar las ruínas de los antiguos edificios sobre los que pasa nuestra embarcación. Los sarcófagos licios y romanos asoman sobre las aguas por toda la bahía de Kekova. Una excursión que siempre recordaremos.

Side

En la pequeña ciudad de Side, frente al mar Mediterráneo y entre los restos del templo de Apolo a escasos metros de la orilla, sin duda disfrutaréis de uno de los atardeceres más espectaculares  que podréis contemplar en Turquía.

Side fue colonizado por los eolios en el siglo VII a.c. Su geografía natural lo convirtió en uno de los lugares más importantes de Panfilia llegando a ser uno de los mayores centros de comercio de la región. Con el paso del tiempo, la influencia de la lengua indígena hizo que sus habitantes olvidaran su lengua nativa griega y comenzaran a usar el lenguaje de Side, del que se han encontrado múltiples inscripciones, de los siglos II  y III a.c.,  en las excavaciones realizadas.