De compras por el bazar. La mano de Fátima.

Una de las actividades que más atraen a las turistas son las compras en bazares, tiendas y puestos callejeros que en Turquía encontramos por todas partes. La mano de Fátima es uno de los recuerdos más elegidos. Se trata de un antiguo amuleto también conocido como jamsa que encontramos en forma de colgante, adorno para pulseras, pendientes, etc. Algunos piensan que es un símbolo musulmán pero en realidad su historia es mucho más antigua y todas las culturas orientales utilizan la mano de Fátima. Los judíos la llaman mano de Miriam y para los cristianos levantinos es la mano de María. En cualquier caso es un bonito recuerdo que podremos conseguir a buen precio, eso sí, tras el obligado regateo. Esta es su historia y significado.

El Bazar Ali Pasha de Edirne

Hersekzade Ahmed Pasha era el Gran Visir de Solimán el Magnífico y quiso regalar un nuevo edificio a Edirne, la ciudad favorita de la familia imperial. Encargó al maestro Mimar Sinan, el más grande de los arquitectos otomanos, la construcción de un nuevo bazar para que acogiera a todas las tiendas de joyería de la antigua capital otomana. Este centro comercial discurre paralelo a la concurrida calle Saraçlar, en el mismo centro de la ciudad y nos permite recorrer 130 tiendas donde podemos comprar a otros precios y menor presión que en los bazares de Estambul. No hay que olvidar los dos recuerdos más típicos de Edirne, sin los que que ningún turco regresa a su casa tras visitar la ciudad de la Tracia: los jabones en forma de fruta y las pequeñas escobas con un pequeño espejo que son conocidas por traer buena suerte.

Mercadillo de Bostanli «Bostanlı Pazarı»

Nadie debería marcharse de Turquía sin visitar alguno de sus mercadillos “pazarlar”. No hay ciudad o pueblo, por pequeño que sea, en el que no se celebre al menos uno a la semana. Los hay de todo tipo, de alimentos, de productos ecológicos, ropa y complementos, plantas y flores, pescado  e incluso de antigüedades.

Los bocadillos del puente Gálata

Muchos habréis oído hablar de los bocadillos de pescado del puente Gálata. Verdaderamente, se ha convertido en algo poco menos que obligado para los visitantes a Estambul, pero no penséis que es algo solo para turistas, a los turcos les encanta comer en la calle y esta es una opción deliciosa y muy barata. Además, no hay viaje a Estambul que no incluya una visita al bazar de las especias que está precisamente junto a los lugares donde podemos tomar estos bocadillos.

Desde la plaza del bazar y de la Mezquita Nueva, pasamos bajo el concurrido paso subterráneo que conduce hacia el puente Gálata. Una vez salimos por el lado del Cuerno de Oro, a nuestra izquierda veremos una serie de puestos con mesitas donde podremos pedir los bocadillos. El sitio siempre tiene mucha gente, así que lo primero es hacerse con una mesita. Una vez tengamos sitio, los empleados recogerán la mesa y uno de nosotros tiene que ir a por los bocadillos al interior, no hay servicio en las mesas.  Los bocadillos se hacen en unas barcazas amarradas frente a cada pequeño restaurante y uno o dos hombres atienden a los clientes, traen los bocadillos desde la barcaza y los cobran. Como solo tienen bocadillos, no hay problema para comunicarse, se les dice el número de bocadillos y ya esta. El precio es de 5 liras y el bocadillo tiene caballa a la plancha y ensalada.