Santa Claus viene de Turquía. Myra.

Cerca de la turística Antalya están las ruinas de Myra, la próspera ciudad lycia que se convirtió en el lugar donde San Nicolás vivió, ejerció como obispo y murió. El santo más querido por los niños había nacido en Patara, pero entregó toda su fortuna a los pobres y dedicó su vida a proteger a los más necesitados, en especial, era conocida su preocupación por ayudar a los niños. Con el tiempo, su figura ha dado origen a la tradición de Santa Claus, una de las más queridas por los niños a quienes tanto esfuerzo dedicó durante su vida. Hoy, los restos de la basílica donde fue enterrado son destino de muchos visitantes, entre los que destaca un gran número de peregrinos rusos. En Myra también podemos admirar uno de los mejores conjuntos de tumbas lycias excavadas en la roca de la montaña y un teatro romano en muy buen estado de conservación. 

La bahía de Kas

Situada a mitad de camino de los aeropuertos de Antalya y Dalamán, este pueblo de pescadores se convirtió en un lugar turístico a partir de los años 60 y 70 con la llegada de los primeros hippies y posteriormente al ser frecuentado como uno de los puntos obligados de parada para yates y goletas que recorren el Blue Voyage a lo largo del litoral mediterráneo turco. Por su situación y características geográficas, Kas ha podido mantenerse relativamente a salvo de la transformación turística y conserva ese sabor de pequeño pueblo costero, aunque ofrece numerosos restaurantes, tiendas y hoteles con unas vistas espectaculares de la bahía de Kas, la península de Teke y la isla de Meis. Su cercanía a la ciudad sumergida de Kekova, las ruinas de Myra, la basílica de San Nicolás en Demre y las enormes posibilidades de trekking por la ruta lycia, se unen a su atractivo para submarinistas y navegantes para convertir a Kas en uno de los lugares más recomendables del sur de Turquía.

Costa de Antalya

La costa de Turquía es realmente espectacular, la geografía del país y su sinuoso perfil la convierten en un lugar único. Especialmente conocida es la ribera del Mediterráneo Occidental, donde encontramos algunas de las ciudades preferidas para el veraneo, tanto por el turismo nacional como por el internacional. Las más conocidas son Fethiye, Oludeniz, Kas y Antalya. Esta última para mí es algo especial, pequeñas calas, grandes playas de arena, playas de cantos rodados, pequeñas islas, cataratas, ríos, y todo ello con el fondo impactante de los montes Taurus, una impresionante cordillera montañosa. El especial color de las tranquilas aguas, la infinidad de restos arqueológicos y la posibilidad de practicar numerosos deportes en contacto con la naturaleza hacen de Antalya un lugar incomparable. Aquí tenéis una pequeña muestra de la costa de Antalya y sus alrededores.

Costas de Turquía.

A todo lo largo del litoral de Turquía se encuentran lugares asombrosos. Se trata de unas costas donde las montañas llegan hasta el mismo mar y ello da lugar a un paisaje muy particular. Pequeñas calas, penínsulas de formas caprichosas que se adentran en el mar, bahías salpicadas de islas, el bosque llegando hasta la misma orilla, playas a las que solo se puede llegar en barco, siempre encontraremos algo que nos guste. Para los aficionados a la fotografía es un lugar especial. Estas son algunas de nuestras fotos favoritas de las costas y playas de Turquía.

La ciudad sumergida de Kekova

Hace 1900 años, un terremoto sumergió bajo el mar la ciudad de Simena, la bahía que quedó tras el cataclismo es hoy uno de los paisajes más fascinantes del mediterráneo turco. Podemos navegar entre sus aguas transparentes y observar las ruínas de los antiguos edificios sobre los que pasa nuestra embarcación. Los sarcófagos licios y romanos asoman sobre las aguas por toda la bahía de Kekova. Una excursión que siempre recordaremos.